Indicaciones bíblicas Los Hechos de los Apóstoles relatan la institución de los siete primeros auxiliares helenistas, justificando este ministerio en la necesidad de una asistencia caritativa a los pobres mediante unos cuadros eficientes y organizados, sin detrimento de la función de los Apóstoles, primordialmente orientada a la «oración y a la palabra de Dios» (Act 6). La Tradición considera comúnmente a ese desdoblamiento de la plenitud apostólica como la institución del diaconado, siendo mencionados por primera vez los diácono junto a los episcopos en la salutación de la epístola a los filipenses (1,1). En la primera epístola a Timoteo (3,8-14) se enumeran las cualidades exigidas a los d.; se desprende de ese texto que los diácono ejercen una función de responsabilidad, de orientación en las comunidades cristianas, guardando un lugar subalterno con respecto a los jefes, a los episcopos.