Cadáver que, naturalmente o por preparación artificial, se deseca con el transcurso del tiempo sin entrar en putrefacción. Arqueología Las momias pueden ser naturales y artificiales. Las primeras se forman por yacer los cadáveres en suelos muy porosos y secos, como ocurre con las “momias blancas” del desierto del Sahara, o también gracias a una atmósfera fría y seca, o por la conformación mineral del suelo (tierras salinas o que contienen nitratos o alumbre). Entre las segundas, las más célebres son las egipcias, en las que se extraía del muerto parte del cerebro (drenaje encefálico) y todas las vísceras (evisceración); en su interior, una vez limpio, se vertía vino de palmera y se pulverizaba con sustancias aromáticas; después de llenar el vientre de mirra y otros productos aromáticos, lo cosían. El período de embalsamamiento de un cadáver duraba unos 70 días, tiempo transcurrido desde la muerte hasta el entierro. Las momias, una vez preparadas, eran...