[Del griego naias, -ados.] Divinidad femenina, protectora de fuentes o ríos. En la mitología clásica, las náyades eran las ninfas de las aguas dulces, en todas sus formas (arroyos, ríos, manantiales, lagos, fuentes, torrentes, etc.), o más concretamente personificaban el fluir de las aguas, y por tanto eran las ninfas de las aguas corrientes (se excluían así los lagos, lagunas y charcas, etc.). Su ascendencia varía según las diferentes leyendas. Algunas náyades son consideradas hijas de Zeus, como es el caso de Homero; más habitualmente, se las consideraba por descendientes del Océano, y muchas eran simplemente hijas del dios del río en que vivían. Las náyades tenían el poder de curar o de castigar a quien se bañase en las aguas que habitaban y todo aquel que las contemplaba se volvía loco (se decía de ellas que...